jueves, 3 de junio de 2010

¿Còmo te atreves?


¿Cómo te atreves, hombre, a decir que me lave las manos?
Estas manos tibias que han acariciado pieles muertas.
¿Cómo te atreves a decir que me lave los pies?
Estos pies que han recorrido pueblos de vientres reventados,
estos pies heridos con el fulgor de los disparos,
estos pies cansados, tan cansados.
¿Cómo te atreves a decir que me lave la espalda?
Esta espalda que lleva a rastras días de sed y de hambre,
que lleva a rastras el fuego, las semillas?
¿Cómo te atreves, di, como te atreves a decir que lave el corazón,
que lave bien lavadas mis raíces
que lave mis arterias, mi conciencia,
que salga a la vida limpia,
limpia de memoria y quejas?
¿Cómo te atreves, hombre, dime, cómo te atreves
a mostrarme el agua clara,
el río manso
la luz, la tarde,
las ventanas?
Si yo vengo sucia ya, de tanta vida vivida,
de tanta vida manchada de lodo, sangre, cenizas.

3 comentarios:

  1. "Si yo vengo sucia ya, de tanta vida vivida,
    de tanta vida manchada de lodo, sangre, cenizas."

    ...pero con el alma sin mancha.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. "¿Cómo te atreves, di, como te atreves a decir que lave el corazón,
    que lave bien lavadas mis raíces
    que lave mis arterias, mi conciencia,
    que salga a la vida limpia,
    limpia de memoria y quejas?"

    Imposible andar por la vida sin memoria y sin quejas.

    ResponderEliminar
  3. las manos por más que las lavemos nunca quedan del todo limpias, cada cual sabrá si quiere o no vivir con su roña,
    besos!

    ResponderEliminar