jueves, 12 de agosto de 2010

No lo entiendo

Viñeta de Kalvellido

Yo no sé cuándo nació mi conciencia.
No sabría precisar el momento exacto, no sé si nació como consecuencia de vivir una infancia donde la severidad y el silencio alimentaron mis años más prematuros.
No sé si ocurrió algo más tarde, en la escuela, en aquel lugar donde el golpe, el cachete, el castigo, estaba a la orden del día, no sé si vino después cuando el desempleo apuñaló la tranquilidad de mi pueblo y los trabajadores comenzaron interminables huelgas, no sé si ocurrió más tarde, ya adolescente, cuando todo era policía y porra, porra y policía y manadas de gente saliendo a la calle a protestar, no sé si vino después cuando me puse a trabajar a cambio de unas monedas que me reventaban la espalda , no sé si ocurrió cuando ya me supe poeta y comprendí que mi lugar en el mundo era al lado de la palabra que sangra y desangra.
No sé si fue algún momento concreto de mi biografía o fue todo a la vez.
La cuestión es por qué otros niños con padres severos, otros niños con maestros castradores, otros jóvenes con la mirada puesta en la calle y en sus rebeldías, otros trabajadores explotados, otros poetas, no dejan nacer sus conciencias, las tienen apresadas en sus cerebros poco sedientos, las mandan callar o la esquivan. Tienen miedo a pensar, a decir, tienen miedo a dejar explotar la furia, a dejar que fluya libre por su propia historia.
Y así van errantes.
Y así van millones de seres solitarios, rumiando su insolente impotencia.
Millones de jóvenes, de trabajadores, huecos de conciencia, sin saber preguntarse ni preguntar.
Y así vamos, pà tras, sepultando la dignidad.
Sin conciencia debe ser muy difícil soñar.
No entiendo como ese millón de familias que no tienen nada que llevarse a la boca languidecen en medio de su pobreza, no entiendo cómo no salen a la calle a aporrear las puertas de los bancos, de los gobiernos, de las empresas, no entiendo como son sumisos a esos mismos sindicatos que les reparte hambre, antes y después de septiembre.
No entiendo donde quedaron sus conciencias, no entiendo cuando desaprendieron que la justicia se combate, no se espera.
Esta poeta que hoy habla, no entiende cómo se puede tragar tanta rabia,
còmo se pueden callar estas conciencias.
No lo entiendo.
No, no consigo entenderlo.

2 comentarios:

  1. ¿Tal vez falta conciencia de injusticia, de colectividad?, ¿tal vez creen que todo es pasajero?, ¿tal vez una gran parte de estas conciencias están subsidiadas por el entorno familiar o por la economía sumergida y prefiere esa situación precaria antes que echarse a la calle a defender el presente y preservar un futuro que no se prevee nada halagüeño?
    Tal vez estamos tan programados, conducidos, tan manejados que se trata de miedo a dar un giro de timón, de miedo a tomar decisiones de consecuencias imprevisibles, de miedo a dejar de ser dependientes, de miedo a la autosuficiencia

    Abrasos!

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