lunes, 18 de abril de 2011

Vivo en un mundo delirante


Viñeta de Kalvellido

Llevo a rastras la vergüenza de vivir en un mundo donde los espejos no muestran imágenes reales, si no que aparecen seres deformes de humanidad, donde no es posible hablar de pobreza porque los que compraron la palabra la aislaron de la verdad, la desnudaron de coraje, la vendieron por unos aplausos, por unas pocas monedas falsas.
Vivo en un mundo difícil, de silencios amargos, de realidades crucificadas.
Vivo en un mundo donde la violencia está lejos y también aquí mismo, donde hablar, aullar, se ha convertido en un delito.
Vivo en un mundo que devora la libertad porque està hambriento da fascismo y con cada paso, en cada gesto, se hace presente con su voz ferruginosa, con sus sables afilados, con sus leyes cerraduras.
Vivo en un mundo de fachas al acecho, de fachas husmeando al enemigo en las calles y en las urnas, de fachas sin disimulo, sin miedo a decirlo, sin miedo a recordar, sin pudor para contar los golpes dados, la tierra robada, la muerte sembrada.
Vivo en este mundo emputecido donde la vieja canción de los que siempre ganan suena a todo volumen en las plazas.
Y los espejos, las palabras, bailan grotescas.
Vivo en este mundo de matones democráticos, de caudillos con inmenso olor a cuadra.
Vivo en este mundo, triste mundo caído de bruces, poblado de hombres y de mujeres que con la memoria aún viva reconocen a los perros de guerra por sus babas.
Vivo en este mundo de delirio.
Ojalá la rabia sea pronto algo más que un espejismo.

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