lunes, 31 de octubre de 2011

La verdad


Viñeta de Kalvellido

La memoria es un tesoro que debe ser cuidado con justicia.
Es obvio que hay que andar pero sin perder la vista atrás.
Esto es así, guste a quien guste.
Los muertos aún los más viejos, tienen que ser desenterrados con sus nombres y asesinos para poder continuar el camino limpio.
Incluso en este, mi país pequeño, los muertos, todos, deben ser puestos sobre la mesa.
También aquellos que fueron encontrados en los ríos y cubiertos de cal.
También aquellos que quedaron perdidos en morgues extranjeras, también aquellos que murieron con las marcas de noches eternas de golpe y de picana.
El futuro no nos espera si tenemos muertos de segunda y de primera.
Y es cierto, hay demasiados cadáveres, demasiados rostros amarillos, demasiadas vidas castigadas, desahuciadas, amputadas.
Pero también hay demasiados olvidos, demasiadas personas tuertas mirando con un sólo ojo la realidad, ignorando que en la oscuridad de su mirada muchos yacen sin epitafio.
La historia está llena de sepulturas confiscadas, de voluntades andrajosas que desean poner cerrojos, que quieren recordar pero a medias.
Porque la verdad da miedo, abrir de par en par sus puertas implica señalar la podredumbre que se oculta detrás de célebres personajes de piedra.

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