domingo, 29 de julio de 2012

Agujetas

Viñeta de Kalvellido

Tengo agujetas en la rabia de tanto ejercitarla.


Porque no sólo nos vemos obligados a contemplar cómo se precipitan al vacío los escasos derechos conquistados a fuerza de golpes y de sangre y de exilio ahora también vemos cómo trabajadores desclasados, huecos , mansos, dedican el tiempo de su desempleo o el poco tiempo de sus trabajos precarios para dinamitar y desprestigiar las luchas ajenas.
Y esto jode.
De pronto hay quienes afirman con la contundencia del idiota que los funcionarios son privilegiados, que los emigrantes nos quitan el trabajo, que los taxistas se portan mal con sus compañeros, que los basureros cobran exagerado, que los autónomos defraudan millones a hacienda, que los jubilados amontonan boticas para nada y en este largo etcétera de infamias dichas a pie de calle, en el autobús o en la taberna dan nausea y ponen en evidencia que los sindicatos mayoritarios hicieron muy bien su trabajo de demolición de conciencias, tal y como se lo ordenaron sus amos, que pa eso les subvencionaron.
Estos discursos peligrosos van de boca en boca con el propósito de obligarnos a mirar con desconfianza al esclavo que va calzado, sólo porque nosotros no tenemos zapatos.
Y lo único que podría liberarnos es respirar con la certeza de que nadie nació para ser encadenado.





miércoles, 25 de julio de 2012

En la mira

Viñeta de Kalvellido

Muchos de nosotros no sabemos cómo conseguiremos mañana sobrevivir dignamente con tanto robo a ley armada.

Decir que esto es un crimen, es quedarse tibio con el lenguaje.
Quien no vea a la bestia convirtiendo la realidad en un feo cadáver, demuestra su falta de conciencia, su egoísmo salvaje.
Quien insista machaconamente, como una letanía, en la sinvergonzonería de muchos políticos es porque mira con un solo ojo para eludir la pelea más difícil, la más arriesgada, la única que puede llevarnos a la victoria.
Porque los políticos van y vienen, se instalan por un rato para obedecer órdenes de quienes permanecen.
Obtienen prebendas a cambio de borrar las huellas de los que son aún más alimañas, de esos que desde la sombra no arriesgan su riqueza si no que buscan la manera de aumentarla a costa de nuestra salud, de nuestra libertad, de nuestras letras.
Estos asesinos en serie están siempre, estuvieron antes y ahora son los mismos pero viven más saludables.
Tienen menos miedo porque en las urnas han sido elegidos los borregos, los dóciles con la oligarquía, los crueles herederos del legado de un caudillo que murió de viejo.
De momento andan contentos porque saben que los que están en la diana son sus voceros, sus peleles más fieles.
Saben que ellos estarán a salvo mientras la rabia de la multitud se dirija únicamente contra ese puñado de aspirantes a mandamases.
Y si no aullamos sus nombres, si no damos luz a su sombra, si no les obligamos a rendir cuentas, a dar la cara, a mostrar sus sucias conspiraciones, no habrá revuelta ni revolución que los ponga definitivamente en su sitio, es decir, en el patíbulo.

jueves, 12 de julio de 2012

Desde cero

Viñeta de Kalvellido

Cercenan la vida.

Estos hijos de la grandísima apuestan por el despotismo, sin vaselina, sin edulcorantes, a sangre fría.
Día tras día.
Brutos, caciques, alcahuetes de turno, gente con pezuñas elegidos en las urnas nos hacen pagar a escote las pérdidas de su codicia.
Nos convierten en parias sin más ni más, porque les da la gana.
Y porque les da la gana profetizan un mundo nuevo, bueno sólo para quienes robaron nuestro dinero.
No es hora de apelar a la cordura, el imperio de los déspotas crece y crecen también las crucifixiones.
Desde su torre de marfil incrustan miedo, derrotismo e impotencia en cada tuétano.
Pa que estemos quietos.
Pa que no desabrochemos la rabia que aúlla y mata a quien nos condena a una vida de limosna y gracias.
Seguirán dictando leyes, no pararán si no les paramos, si no les decimos alto o disparo, si no les hacemos comprender que un pueblo devastado es un pueblo al que sólo le queda el sueño de empezar desde cero.
Pero sin ellos.





lunes, 9 de julio de 2012

Estamos hartos

Viñeta de Kalvellido

Estamos hartos.

Superpoblados de infamias,
de indigencia y disciplina,
de ajo y agua.
Estamos violentamente hartos
de encerrar en la memoria las sepulturas,
el plomo, los harapos,
el luto, los holocaustos.
Estamos tan hartos, tan jodidamente hartos
de nutrir infancias
con obediencia suicida,
de deformar la rebeldía
con proclamas pacíficas,
de gastar la esperanza
aguantando de rodillas
seguros de que por algún sitio se abrirá paso
la victoria sin arriesgar la vida.
Estamos hartos de apostar por las palomas,
por las blancas y sucias palomas
que trasladan pueblo a pueblo
su mensaje lleno de trampas.
Estamos hartos de agachar la cabeza,
hartos de ser horriblemente buenos y civilizados,
hartos de poner la otra mejilla, el culo, la vagina.
Estamos hartos
de esta paz
bendecida por la oligarquía
que nos pone a cuatro patas
y nos defeca encima.





viernes, 6 de julio de 2012

Tiempo de incienso

Viñeta de Kalvellido

A mí que no me digan que el tiempo de los obispos, los nobles y los tricornios es cosa del pasado, que ya no huele a rancio o a incienso o a alcanfor en los armarios.

A mí que no me digan que esos tiempos pretéritos no están a nuestro lado, con la cruz y el látigo, dirigiendo la moral hacia el lugar de los esclavos.
Porque esos señores feudales se siguen paseando acompañados de políticos fúnebres, diestros, zurdos o de los que se masturban a dos manos, por si acaso.
A mí que no me cuenten cuentos. Que soy mayor y tengo pocas ganas de escuchar argumentos para descerebrados.
A mí que me expliquen de dònde han sacado tanto patrimonio y si lo consiguieron trabajando, que expliquen por qué, de su historia, gotean coágulos, por qué les duele el sexo ajeno y el propio lo alegran, a veces gratis, a veces violando y a veces pagando, por qué quieren que creamos en un libro a pies juntillas, un libro que, por cierto, es un remiendo de otros tantos.
A mí que me expliquen estas cosas mundanas y que dejen los asuntos del infierno y los demonios pa cuando tengan un espejo que los esté mirando.
Que a ellos les pesan más los pecados.
Y de paso, si van a explicarnos algo que digan qué van a inventarse ahora que tenemos dioses de carne y hueso en los balcones , también millonarios, también besamanos, también santos.
Y también distrayendo a los crucificados con una ostia llamada balón, con estúpidos salmos.

lunes, 2 de julio de 2012

Los chacales

Viñeta de Kalvellido

¿Quiénes palpitarán sin la ruina clavada en la espalda?

¿Quienes serán los afortunados que atraviesen esta noche,
como si nada,
como si no fuera con ellos el espanto de vivir una vida
a lomos del harapo, del pus, del salitre de las lágrimas?
¿Quiénes serán esos pocos
que supieron callar mientras cayeron
los dientes, el pan, el trabajo,
que no acariciaron una sola protesta,
que han ordenado a su dignidad batirse en retirada?
¿Quiénes son esos chacales
que, pacientes, esperan
el acertado instante del soborno,
que rompen la sagrada esperanza
de quien existe a contrapelo
exprimiendo el dolor
hasta dejar en cueros el miedo?
¿Quienes, joder, quienes son esos pocos,
ese puñado de bestias tratados con reverencias
que guardan el santo y seña de nuestra riqueza,
que pasan de largo
sobre la desesperación de los que llevan solamente pobreza?
¿Quiénes son esos engendros que hacen buenos a los caudillos muertos de viejos?


Decidme quienes son,
quiero abrir en canal sus nombres,
dejarlos a la intemperie
huérfanos, solitarios, muertos.
Ahogados eternamente en la sangre de mis versos.