domingo, 20 de enero de 2013

La realidad de rodillas

Viñeta de Kalvellido

Yo no sé mirar la realidad de rodillas.
Miro de frente su horror de pueblo desarmado.
Y me lamento,
un lamento tras otro.
Por cada conciencia que no se levanta,
por cada piel que no dice basta,
por cada bandera y piedra,
por cada idea y queja,
por cada mordisco,
guiño,
pellizco,
por cada renglón no escrito maldigo esta mala suerte de penar sin sables,
de llorar a solas, de morir viviendo en calles llenas de hambre.

Y me alegro, es cierto,
me alegro cuando veo ríos de hombres y de mujeres atravesar el silencio para detener las masacres, para frenar la paz que deja cadáveres,
para servir de ejemplo a los empiezan a armarse con dignidad y coraje.

Y canto, es cierto,
también canto cuando miro sus manos empapadas de vida, goteando utopía.

Y entonces, señores,
comprendo que habrá un día, seguro,
en el que este holocausto terrible
llenará su muerte con los caudillos
que nos arrancaron de cuajo el pan y el abrigo.

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