jueves, 4 de diciembre de 2014

Mirad a ese hombre


Mirad a ese hombre,
lleva un látigo
para apartar de su paso
la necia mansedumbre de los que se quedan parados.
Miradlo,
mirad sus pulcras manos,
su pulcra piel,
sus pulcros labios.
Es sólo un hombre cansado
de ver morir por todas partes
pueblos, sueños, libertades.
¡Miradlo¡
Es sólo un hombre
golpeando con su conciencia
siervos, fieras, siervos.
Fieras,
fieras,
fieras.

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